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del lunes 15 de junio de 2009

Otra vez al Viso, jajaja :lol: ¡Pero, si ya estuve ayer! ¿Qué dices, que vamos para intentar localizar la senda que baja por el barranco? No importa, si hay que ir, se va, ¡pero bueno!

Primero, una llamada de Rebo me decía que había quedado con Juz en dar una vuelta. Luego, otra de Juz, donde me preguntaba si salía finalmente, a lo que les contesté que no, que estaba liado con unos papeles y que no podía.

Me arrrepentí nada más colgar. Y cuando mi hija, al verme la cara, me animó a salir para que me “aireara” un poco, me dije, ¡qué leñe, ME VOY! Dicho y hecho, llamo a Juz y le digo: ¡esperadme 5 minutos que voy!

La tarde era plomiza, hacía calor. En el ambiente quedaban, además, restos de humedad de las lluvias del día anterior y eso impedía la normal evaporación de tu sudor y la consiguiente merma de “refrigeración” natural. Por si acaso, yo había cambiado mi bidón de medio litro por el del litro entero. A ver si así conseguía equilibrar la balanza…

Decidimos salir de la urbe por el cementerio, ¿adecuado, no? Bajamos al río y enseguida lo cruzamos por el puente del Soto de Aldovea. Tiramos de frente, como si fuésemos a Torres de la Alameda y…, después de una foto con el gatito “asalvajado”, -el día anterior no habíamos caído en la cuenta- continuamos la marcha. Llegado a un punto, giramos a la izquierda, ahora tenemos el cerro enfrente de nuestra marcha, aunque, de nuevo el camino nos pondría de nuevo en paralelo. Decidimos no tomar la senda que ataja sino que seguimos subiendo el repecho y finalmente al salir al asfalto, decidimos torcer a la izquierda para subir hasta la parte superior del cerro por la carretera.

Al llegar arriba hago unas fotos para después montar una panorámica, a ver qué tal me queda, y enseguida bordeamos, por la derecha, el trecho que nos falta hasta llegar a su cara norte. Donde se encuentra el cartel descriptivo y la barrera que indica el inicio del camino de descenso, esta vez por su cara este. Un par de fotos más y nos “tiramos” para abajo.

Vamos descendiendo entre pinos tranquilamente hasta llegar a un ensanche que a su mano izquierda sale un camino de bajada que presuponemos es el que te lleva a una zona de monta de caballos. Comenzamos a bajar de nuevo y a seguir disfrutando de la maravillosa naturaleza que tenemos tan cerca de casa y enseguida llegamos al final. Ahora nos encontramos con otro camino que viene, presumiblemente de unas excavaciones que se están llevando a cabo cerca del río Henares y que se encuentran a la altura del puente Zulema. A la derecha entendemos que enlaza con el que vimos arriba, pero lo desconocemos. Ese tramo habrá que investigarle, lo mismo hay una buena subida por ahí. Nunca se sabe…

Finalmente giramos a la derecha y esperamos encontrar, un poco más adelante, otro camino que viene del “barranco”. Esto está plagado de mosquitos. Rebo, hombre precavido, ha traído consigo un “apaño” que se fabricó con restos de una mosquitera que estuvo reponiendo en su casa. Sale en una foto. La verdad es que parece, más bien, que está haciendo el París-Dakar, que una investigación rutera en mountainbike, je, je. ¡Tú, sí que sabes, compañero!

Cuando llegamos a la altura del que baja, y que nos queda a derechas, por él, que nos metemos. Eludiendo de “chiripa”, una herradura con alguno de sus antiguos clavos todavía amenazantes. ¡Cómo te la calaste, ¿eh? Juz!

Comenzamos de nuevo a ascender por este camino, que se nota poco transitado. Llegamos a una especie de rotonda, sin llegar a serlo, y vemos que alrededor han estado repoblando, nada más. Debe ser que utilizan el ensanche para girar sus vehículos aquí. Aunque hace algo de tiempo, porque no se aprecian marcas de rodadas.

Volvemos sobre nuestos pasos. Habíamos dejado dos caminos a nuestra izquierda cuando subíamos y ahora había que decidir por cual de los dos nos “arriesgaríamos”. Los dos se nos presentaban salvajes, empinados y en dirección al centro del barranco, ¿cual sería el que nos llevaría hasta arriba? Decidimos adentrarnos por el primero en aparecer, ahora a la derecha según bajamos.

Nada más empezar, ya tuvimos que llevar a cuestas nuestras monturas. Ahí no se apreciaba camino ni nada. Todo era cuesta empinada entre pinos, ramas secas, piñas caídas y vegetación baja del lugar. Aquí se notaba un calor asfixiante, dentro del barranco como estábamos y enmedio del pinar, no corría apenas aire. A ver si en el siguiente montículo se aprecia alguna senda, a ver…

Nada. Había que hacer un poco de sube baja entre los pinos. Si alcanzábamos altura suficiente en alguno de los cerrillos, podríamos echar un vistazo panorámico y lograr reconocer alguna senda rodada. A ver desde ahí…

¡Por fin, parece que ese puede ser…! ¿No crees, Rebo? ¿Qué te parece Juz, ves tú algo desde ahí? Sí, ése, creo que es ese, dice Rebo. Ese fue por el que bajábamos la otra vez y por el que en aquella empinada bajada me caí encima del que iba delante. Mi bicicleta, vencida totalmente por el efecto de la gravedad, me volteaba encima del compañero por mucho que yo llevaba los frenos “apretados”.

Una vez localizada la ansiada senda, resultó que seguramente desembocaba en el otro camino. El siguiente en orden de bajada y que habíamos dejado para otro día de inspección. Bueno, habrá que comprobarlo en siguientes rutas porque no era cuestión de volver bajar, se estaba haciendo de noche y había que subir como fuere.

A cierta altura empezó a correr de nuevo el aire. Desde aquí, más arriba ya de la mayoría de las copas del pinar, la brisa nos refrescó y nos permitió poder acelerar la marcha un tanto. Necesitábamos llegar arriba cuanto antes y emprender la bajada hasta el río, no quedaba mucha luz y solamente llevábamos una bicicleta con luces, la de Rebo.

Siguiendo la senda no tardamos en alcanzar la cima. Sale directamente a una zona de labor, no hace mucho roturada y que los surcos dejados por el arado moderno llegan hasta el mismo borde del barranco. Un extrecho camino existente entre el final de lo arado y algún pino que otro agarrado al mismo borde, nos permite bordear la labor. Al final, comunica con el camino que sube desde la parte trasera de los chalets de Zulema y que lleva al Viso por su cara sur.

Aquí se nos presentaban tres opciones, a saber: bajar en busca de la calle principal de la urbanización y salir a la carretera que viene del Gurugú y Los Hueros, tomar la linde que ataja hasta el principio de la subida asfaltada del Viso o subir otro poco hasta las inmediaciones de los pinares del sur y desde ahí salir, bordeando las estribaciones del pinar, a la mitad de la bajada asfaltada del Viso. Me dejaron decidir a mí, realmente llevaba toda la tarde “mandoneando” -perdón chicos por lo mandón que estuve toda la tarde, sabéis que no suelo ser tan “dictador”-, y fue esta última la elegida para comenzar la vuelta.

A esas hora ya y a la umbría del cerro, la verdad es que era una auténtica maravilla pasear en bicicleta por el campo. Lo habíamos comentado al principio de la ruta, las mañanas tienen el encanto de lo nuevo, lo fresco, pero las tardes tienen esa luz, ese punto de melancolía que te ofrece la experiencia de lo ya vivido…

En fin, que una vez en bajada, la vuelta hasta Torrejón se hace en un “periquete”. Bueno, no tanto, que no te puedes descuidar en ningún momento. Y si no, preguntádselo al amigo Rebo, ¿verdad compañero? En plena bajada, pasando por una zona arenosa, a punto estuvo de hacerle caer de su mountainbike. No pasó nada, menos mal. La pericia del biker evitó la posibilidad de una nueva baja entre los biciocios. Por cierto, esta tarde me he enterado de que le han dado al alta médica al biciocio Moste. Enhorabuena compañero, a ver si te vemos pronto en próximas salidas. Bienvenido.

Volvimos a ver al gatito antes de pasar al otro lado del tunel de la carretera que va a Alcalá. No paramos, continuamos en busca del puente del río. Lo cruzamos y evitando la vuelta por la ribera, más frondosa y a estas horas, más oscura, proseguimos de frente.

En un momento estábamos dentro del nuevo parque de los miradores y desde ahí decidimos acompañar a Juz hasta el puente de “Risi”. Eso sí, con las luces de Rebo funcionando ya, que el tramo que nos quedaba lo realizaríamos callejeando y ya se sabe…

Llegamos sin problemas al punto de despedida del amigo Juz.

Rebo y yo, ya totalmente anochecido, nos volvimos al barrio atravesando el nuevo parque ubicado en los antiguos terrenos de Telettra. Desde ahí a casa fue coser y cantar.

¡Qué tarde compañeros, gracias. Parece mentira que nos queden todavía caminos de nuestro cerro preferido por recorrer! Es una auténtica maravilla tener esta naturaleza a las puertas de casa, ¡y la de historias que nos podría contar…, UN LUJO!

Salud, biciocios

9 Respuestas a “Explorando en mountainbike los ocultos senderos del Viso”
  1. Alberto dice:
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    Hola Andrés, ¡”exagerao”! Las fotos no dejes de verlas porque te perderías a tu compadre vestido de “forajido de leyenda”, jajajaja :lol:

    En otro orden de cosas y aprovechando que tenemos pendiente lo de La Pedriza, voy a dar un poco de caña por aquí y tirar alguna bala… Pero ante todo, buen rollito, ¿eh, chicos? No quiero sangre, ¿vale?

    Comienza el espectáculo: Cuando quieras nos hacemos las zetas, -puedes llevar tu teléfono móvil, ¿eh?, je, je. Una.

    Y sigo con la segunda… Ésta, hay que documentarla algo más:

    Actualmente mantengo una pequeña discrepancia con el amigo Moste sobre la situación exacta de su caída. Pobrecillo, parece ser que el golpe le ha trastornado la cabeza y anda un poco desorientado, jajajajaja

    Mi primo, o sea, el Moste, -lo digo para informar al que no lo sepa- defiende que su caída se produjo bajando, claro, -hasta ahí creo que estaremos todos de acuerdo plenamente- pero, y aquí viene el meollo del litigio, ya rebasada la “buitrera”.

    En mi caso y creo que el de alguno más de los que bajaban ese día, -no doy nombres para no comprometer a nadie, aunque si alguien se paga una birra lo cuento todo- defiendo lo contrario, que se “eslomó” antes de llegar a dicho lugar.

    Creo que no será complicado, yendo, claro, desengañarle de tamaño error.

    Por todo ello solicito que dicha ruta se realice urgentemente cuando JA y tú, Chava, podáis realizarla. No por mi capricho, no, sino más bien porque creo que sois los únicos biciocios que todavía no la han recorrido en mountainbike.

    Y que anotado sea en el acta de la asamblea de los Biciocios este escrito y mi solemne compromiso, voluntario y sin coacción, a pagarle un “botijo” a todo aquel que me acompañe el día de la constatación fidedigna del lugar exacto de tan fatídica caída.

    Igual respuesta espero de mi litigante primo por su osadía, si demostrado quedara finalmente su error y eliminadas su ganas de porfía.

    Alberto, :mrgreen: un biciocio en… litigio

  2. Moste dice:
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    Joder, una hora leyendo la salida, media viendo fotos, la del abuelo la quiero en grande, y cuarto de hora con un comentario-

    Querido primo, el litigante eres tu solo, para decir lo que digo, ya q no recuerdo mucho de ese dia, solo me apoyo en las fotos y en mis vagos recuerdos.

    Yo al menos tardare en volver para comprobarlo.

  3. Alberto dice:
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    Ya te dije que el golpe te había afectado, jajajaja :?:

    ¿Y tú dices que soy yo el litigante, ahora vas y te echas “pa trás”?

    ¡Joder, lo que hacen algunos “pa” no pagarse unas birras! :cry:

    La foto “en grande” puedes “bajártela” desde el album. Eso, si el dueño no se opone. Ya sabes…, derechos de imagen y esas cosas.

    Sobre lo de volver a las zetas, seguramente sea dentro de dos domingos porque el próximo creo que no pueden ni Chava ni JA. Casi seguro que haga fotos, jajajaja

    Alberto, :mrgreen: un biciocio… sin litigio

  4. rebo dice:
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    Vendo “mascarilla” para no comer ni esnifar ningún animalillo volador. (buen precio)….ja,ja.ja………..el caso es que funciona.

    Salud/2
    REBO :mrgreen: un biciocio……que ya se ha comido suficientes mosquitos.

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