domingo, 6 marzo 2011 Cañón del río Guadalix |
Añadidas nuevas fotos de Rebo y de JesusA.
Érase una vez un domingo de marzo. Barbablanca había convocado a primera hora de la mañana a los siete biciocios para dar un paseo por el campo. A las 9 de la mañana en el punto de encuentro ya estaban seis de los biciocios esperando al séptimo.
Allí estaban esperando, además de Rebo Barbablanca, José Ángel “El explorador”, pues con su GPS impedía que nadie se perdiera, Huerfa “El hipervitaminado simpático”, con sus chistes mantenía contentos a todos en los duros paseos por el campo, Rober “El acaparador”, siempre haciendo fotos de las excursiones pero nunca las comparte con el resto de los biciocios, Sierra “Peso Ligero”, y no solo porque su bici sea la que menos pesa, Kike8 “ Nerviosón” nunca para, siempre en movimiento y el sexto biciocio, el que escribe, o “El plumón”, porque siempre le invitan a los paseos para escribir después la crónica de la jornada.
Sí, sólo estaban seis biciocios además de Barbablanca, pero a las 9:10 llegó el séptimo en discordia. Víctor “Tardón”. Bueno, no es que llegue siempre tarde, pero ya sabéis; maté un perro y me llaman mataperros.
El paseo del campo iba a consistir en recorrer los caminos del canal de Isabel segunda, partiendo desde Guadalix para llegar al Lago de los espejos, en Pedrezuela. Aunque el verdadero motivo del paseo sería el de encontrar la cascada mágica, nombrada en algunos libros como “El Hervidero”
Sobre las diez de la mañana Barbablanca y los siete biciocios emprendieron camino a lomo de sus monturas en busca de la cascada mágica. En ningún momento podían sospechar que desgracias verterían sobre su cabeza la bruja malvada del campo.
Todos iban felices y risueños en los primeros kilómetros de ascensión. José Ángel guiaba al grupo mientras el resto de biciocios arropaban a barbablanca. Cuando llegaron al punto más alto del paseo, el primer presagio apareció en el cielo en forma de buitres. La bruja malvada les estaba avisando de que desistieran en su empeño de encontrar la cascada mágica. Pero los biciocios no tenían miedo y Huerfa con sus chistes insuflaba moral en el resto de sus compañeros.
Rober corría a inmortalizar cualquier cosa que sucedían en el camino, pero sin la intención de compartirlo luego con el resto de sus compañeros. Le echaba la culpa al desconocimiento de la cámara por ser nueva, pero todos sabemos porque era.
Tras pasar por una hermosa dehesa llena de terneros y caballos. La bruja malvada uso todos sus poderes mágicos para que la rueda de José Ángel perdiera aire y tuvieran que parar todos para solventarlo.
Fue un leve impedimento y los biciocios no tardaron en ponerse de nuevo en camino dirección al embalse de los espejos de Pedrezuela. Al poco, y tras un rápido descenso por carretera llegaron a la primera parada importante del día. El sol lucía en lo más alto y el aire calmado profería al lago una sensación de espejo que permitía el reflejo de las montañas sobre sus cristalinas aguas. Todos los biciocios incluido barbablanca, aprovecharon para sacar sus cámaras de fotos e inmortalizar el momento. Desconocemos si algún día llegaremos a ver las fotos que hizo Rober, sabemos que las que hicieron los demás, sí las veremos.
Ya quedaba menos, y la cercanía con nuestro destino final hizo que algunos quisieran celebrarlo antes de tiempo. Al llegar al pueblo de Pedrezuela y alentados por Barbablanca, algunos biciocios querían parar en la plaza para regalarse el paladar con las vituallas de la zona. Pero “El Explorador y el Nerviosón” que iban en cabeza, hicieron caso omiso al llamamiento y enfilaron en busca de la cascada mágica.
Pero para llegar a la cascada mágica, la bruja malvada puso un obstáculo en el camino, la trialera feroz. Una bajada vertiginosa llena de piedras y obstáculos, puesta ahí con el único fin de impedir que los biciocios consiguieran su objetivo.
Viendo que los biciocios son maestros en las artes del descenso, la bruja malvada lazó un rayo devastador sobre mi persona que hizo que se partiera la cadena de la bicicleta. Menos mal que estaba Kike al tanto y haciendo un esfuerzo lucho a contracorriente con la trialera para subir a buscar la cadena. Finalmente la encontró y al final de la trialera se pudo reparar.
Quedaba la última parte del recorrido, la parte del cañón. Aquí la bruja había preparado barro para que al más pequeño resbalón los biciocios se precipitaran al vacío y no pudieran seguir con la búsqueda. Quitando un pequeño susto de Sierra, el resto de los biciocios consiguieron vencer el barro y aproximarse hacía la cascada mágica. Pero la bruja aun tenía un as guardado en la manga. Lanzó dardos envenenados contra la bicicleta de José Ángel provocando que pinchara en una zona delicada del cañón. Por suerte pudo hacerse con el control y detener la bicicleta antes de que se precipitara al río. Otra vez los biciocios habían burlado las malas artes de la bruja malvada.
La recompensa no se haría esperar. Ante los ojos de todos apareció la cascada mágica. Escondida en lo más profundo del barranco, su belleza parecía hipnotizar a todos los que se quedaban mirando fijamente sus aguas. Todos querían bajar a ver de cerca la cascada, pero alguien debía quedarse para vigilar las bicicletas, finalmente barbablanca accedió a cuidar de las pertenencias de los biciocios mientras éstos corrían raudos, escaleras abajo, para encontrarse con su destino.
Una vez recuperada la compostura y después de las cientos de fotos disparadas en segundos, todos recuperaron la marcha. Sólo restaba regresar al punto de salida siguiendo unos bonitos toboganes que discurría a la rivera del río.
La bruja malvada, enfurecida porque barbablanca y los siete biciocios hubieran conseguido su objetivo, entró en cólera e hizo que una zarza malvada cobrara vida y envolviera con sus tentáculos espinosos a Barbablanca. Éste cayó irremediablemente al suelo y todos los biciocios corrieron al rescate. Por suerte no pasó nada y tras reponerse de la caída, Barbablanca guió a los biciocios hacía los coches.
Y fueron felices y tomaron cervezas en el bar de Guadalix. Menos el que escribe y Víctor que se les había echado el tiempo encima.
9 marzo 2011 a las 10:21
INDIANA ROBER Y LAS FOTOS PERDIDAS!!!
9 marzo 2011 a las 11:18
También las de Aguilera ¡Ya quedan menos!, jajajajajaja
9 marzo 2011 a las 14:44
jajajaja serás mamon sierra.
Esta noche me pongo delante del ordenador, enchufo el router, enciendo el PC y me meto en Marca, As, La Caixa, configuro el ratón para zurdos y Youporn, Redtube, Mamachichometoca, etc. vuelvo a configurar el raton para diestros y descargo las fotos….Os lo prometo.
9 marzo 2011 a las 19:08
¡ay mon cherry!! si como te lo haces tu no te lo va a hacer nadie.jajajajajajajaja.
10 marzo 2011 a las 0:15
SÍ SEÑOR !!! Eso es un cuento como las películas de Antena 3 ( basado en hechos reales). Jesus A. enhorabuena, LO FLIPO, jeje…
La ruta del domingo preciosa, y la compañía como siempre, INMEJORABLE. Se echa de menos a gente por ahí (Norrin, Melar, Hervás, etc…) , espero que vuelvan pronto.
Y para este domingo qué, alguna propuesta? Prometo no perderme el Ocio, porque cuando llegué a casa mi querida esposa me dijo: YA ESTAS AQUÍ?
Un abrazo a todos los Biciocios!!