Ni el Día de Reyes descansan los biciocios…

A las 8:30 ya estábamos subiendo las bicis a los portas. Cafetito en Perales de Tajuña y con la mañana húmeda y gris emprendemos la marcha.

Hace menos frío que el pasado domingo y aunque durante toda la mañana las nubes han estado sobre nuestras cabezas, no nos ha llovido. Nada mencionable hasta llegar a Estremera salvo el “anti-biciocio” ritmo que Rebo y Kike han adoptado durante todo el trayecto.

Al llegar a Estremera no paramos donde acostumbramos. Continuamos la bajada hasta la plaza de la iglesia. Un pequeño susto nos hemos llevado con Rebo pues por su derecha, asomando de una calle, un coche que sacaba demasiado el morro y “amagaba” a nuestro amigo. Menos mal que solamente quedó en el susto.

Junto a la fachada de la iglesia nos hacemos una foto y volvemos sobre nuestros pasos, esta vez subiendo hasta la gasolinera de la entrada al pueblo. Comprobamos que está cerrado, “tocamos” un poco mi freno trasero, que sigue dándome “guerra”, y decidimos continuar sin “montaditos”. ¡Una pena!

La vuelta la realizamos al mismo ritmo frenético. En esta ocasión prácticamente “apiñados” y alternando la cabecera. Tanto es así que estábamos de vuelta en los coches una hora antes de lo previsto. Rápidamente las “burras” a los coches y tanto Kike como Sinca salen “disparados”, tienen compromisos con la “mesa”. El resto hacemos una parada de avituallamiento en Campo Real para degustar los magníficos “torreznos” que este establecimiento suele dispensar. No nos defraudaron, junto a la bebida solicitada un flamante plato de “delicatessen”a la española. Como el cuerpo iba bastante deshidratado, je, je, hubo que pedir otra ronda. Esta vez con un rico vino de la tierra, y de la frasca, junto con un buen plato de paella de la casa recién sacada del fuego ¡Una delicia! (aclaro que el conductor no bebió alcohol)

Decidimos lavar las bicis porque, a pesar de haber pedaleado por una vía verde, iban hechas un “ecce homo”. Al cruzar por algunos tramos de la vía por donde se había acumulado barro en buena cantidad, no habíamos podido zafarnos del “pegajoso” compañero de viaje. En la GPC les dimos el remojón y para secarla un poco decido acompañar durante un trecho a Juz. Rebo se había llevado el coche “oficial” hasta la puerta de su casa. Yo tendría que volver a ver al rato el coche porque me había dejado mis llaves de casa en la guantera y no había nadie para abrirme al llegar.

¡Por fin! Una duchita caliente y ya estoy como nuevo. Una estupenda mañana compañeros.

Salud, biciocios

Esta entrada fue escrita el jueves, 7 de enero de 2010 a las 13:58 y archivada en Salidas mountainbike. Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio web.