domingo 13 junio 2010
Ruta pantanos de Menasalbas

De nuevo llovía en Toledo. En la pasada ruta que hicimos por la provincia, la de Los Navalmorales, nos había pasado lo mismo: agua caída del cielo a borbotones. Esta España está cambiando mucho. Hasta Toledo está irreconocible, ¡parece Galicia!, jajajaja

Muchos eran los biciocios que querían hacer esta ruta. Pero al final, entre nacimientos, que no de Navidad, bodas, bautizos, comuniones, bajas y fiestas, solamente cuatro biciocios éramos los que nos presentábamos a realizarla. Bueno, cuatro no, que en Pulgar nos esperaba Mamen y dos nuevos biciocios: Poto y Panchi. ¡BIENVENIDOS!

El madrugón había sido de aúpa. Eran las 5:45 cuando salía de mi portal, directo al coche a poner el porta. Ángel y JA me esperaban en Alcorcón. No sabía nada de Moste. Me había dicho que me diría si iba desde el pueblo o salía de Torrejón. No eran horas para llamarle aunque prácticamente estaba delante de su puerta. No, no eran horas. Monto el porta y pienso en pasarme por un cajero pero al mirar la hora veo que no tengo tiempo. Había que salir ya. Tenía que estar a las 7:00 en Alcorcón.

Llego unos minutos antes y por lo que veo, todavía no han llegado los del comando sur. Instantes después ya estaba la furgoneta de JA a mi lado. Buenos días. Entre bostezo y bostezo comenzamos a trasladar mis bártulos a la “furgo”. Dejo mi coche bien aparcado y… “carretera y manta”.

El GPS nos indicaría, al llegar a Toledo, continuar dirección Ciudad Real para dirigirnos a Pulgar desde Sonseca. Bueno, era otra opción…

Durante el camino nos había llovido y los oscuros nubarrones que se veían a lo lejos no presagiaban una mañana despejada y seca. Íbamos a pasar otra jornada toledana pasada por agua ¡Vaya año que llevábamos!

Al llegar a Pulgar necesitamos del GPS para localizar la gasolinera. Era ahí donde habíamos quedado con Mamen y sus acompañantes. No teníamos certeza de cuántos. Mamen nos había comentado que quizá vinieran su prima y una amiga, pero no era seguro.

Vemos aparecer un coche. No, no eran ellos. Ahora venían dos. Sí, eran ellos. En uno venía Mamen saludando y… No me lo puedo creer ¡Pero si viene con las dos coletas rosas como su emoticon preferido! Así me gusta, gente con humor, jajajaja

Presentaciones. Finalmente venía con dos amigos: Panchi y Poto. Buena gente. Ya estábamos todos -por lo menos todos los que creíamos-, que luego se incorporaría Moste. Arrancamos los vehículos y nos dirigimos hacia Menasalbas.

Llovía también por el camino hacia Menasalbas. Verás qué bien nos lo vamos a pasar, ibámos comentando. Vamos a ver qué dice la gente de la organización sobre el barro en la ruta…

Llegamos al polideportivo de Menasalbas, llovía con ganas. Allí había poca gente, al parecer había que bordear un poco el polideportivo. La ruta salía desde más abajo. Al llegar vemos que estaban montando la meta. Aquí ya se ven más vehículos y gente desmontando bicicletas. Aparcamos y nos reunimos unos instantes para comentar la jugada. La jugada, ante la incertidumbre de cómo estaría el terreno y los 15€ que teníamos que pagar cada uno sería no hacer la ruta propuesta por la organización e ir por libre dado que Panchi conocía una opción para no pisar demasiado barro. Así no nos arriesgábamos y encima ahorrábamos un dinerito para el OCIO, je, je. Ante semejante plan y dado que ya no teníamos que cumplir con ningún horario estipulado, decidimos irnos a un bar a tomernos unos cafelitos. Otra vez a mover los coches. Así también dejábamos nuestros aparca mientos a nueva gente que llegara para hacer la X Ruta Cicloturista MTB Cañada Real-Pantanos de Menasalbas.

En el bar haríamos alguna foto. De repente… tengo una llamada en el móvil ¿Quién será a estas horas y hoy domingo? ¡Moste! Va el tío y me pregunta que dónde estoy. Dónde voy a estar, en Menasalbas. ¿Y tú? Yo también, me dice. Estoy en el poli, en la salida. Bueno, pues espérate ahí que ya vamos para allá. Dicho y hecho. Al llegar allí estaba aparcado y preparándose ¡Anda que… ya te vale macho. Viviendo al lado y hemos venido por separado! Luego resultó que había puesto un comentario sobre las diez de la noche y que yo no había visto. En fin… que ya estábamos todos y todas. Ahora sí.

Los que finalmente íbamos a realizar la salida por los pantanos de Menasalbas seríamos los siguientes: Mamen, Poto, Panchi, JA, Ángel, Moste y yo. Siete, como los siete magníficos, jajajaja La verdad es que el madrugón, los kilómetros, la mañana nublada y la lluvia no habían impedido que nos juntáramos para hacer la ruta. Llevábamos tiempo diciéndolo y nos gusta hacer honor a la palabra dada. ¡Vamos, unos magníficos según los tiempos que corren. Sí, señor!

Comenzamos a pedalear por buen camino. Panchi había decidido la ruta a seguir intentando eludir posibles zonas de barro. El terreno estaba muy mojado pero drenaba bien. El camino estaba sembrado de arena de río. Me recordaba aquellos campos de fútbol de mi adolescencia. Filtraba toda la lluvia que seguía cayendo y llevaba toda la semana así. Día y noche los nubarrones habían estado descargando agua por aquí y por allí y eso se notaba en el campo. Estaba lleno de un verde no visto por estas tierras desde hacía bastante tiempo, quizá lustros.

El camino empezaba a empinarse y ahora agradecías no recibir los rayos solares de mitad de junio. Otros años de sequía y en estas fechas la temperatura, lo menos, hubiera sido del doble. Había que quitarse ropa. Directamente en maga corta. ¡Vaya, si antes me “despeloto”! Ahora comenzaba una bajada hasta bajar al nivel de un puente sobre el pantano. Allí estaban los pescadores. Me daban ganas de quedarme, je, je.

Una vez cruzado el puente, bordeamos durante unos momentos el pantano y empezamos una pequeña bajada hasta un cruce que elegimos el ramal de la derecha. Cruzamos un pequeño cauce de agua y nos alejamos de la orilla en busca de otro pantano que hay un poco más arriba. Vamos girando hacia la izquierda con suave descenso hasta encontrarnos ante una zona con valla cerrada que nos impide el paso. A su izquierda sube una fuerte pendiente con piedras sueltas que, primero JA, luego Ángel y detrás yo, intentamos escalar. Al poco el terreno hace que tenga que poner pie a tierra. JA y Ángel insisten un poco más pero finalmente tienen que desmontar también. El terreno blando, las piedras mojadas y sueltas y la fuerte inclinación de esta especie de cortafuegos, hace que patinen demasiado nuestras ruedas. Alguno opta por dejar su bici abajo y comenzamos una pequeña ascensión para asomarnos a ver la presa y el pantano de arriba. Ja y Ángel aprovechan para intentar reparar una cala del segundo. Creo que ha perdido un tornillo. No es la primera vez, ¿eh? Como sigas así vamos a tener que buscarte un mote, jajajajaja

Tras unos instantes y alguna foto, comenzamos la bajada hasta las bicis. Bueno, algunos, porque otros realizan el descenso encima de sus burras derrapando por aquí y por allá, despidiendo de vez en cuando alguna que otra piedra desde sus neumáticos. Yo, a pesar de haber subido mi bici, no termino de decidirme a realizar el técnico descenso. Quiero llegar entero al OCIO, je, je.

Al llegar abajo comenzamos el regreso por donde habíamos venido. De nuevo Ángel tiene problemas en sus calas. Paramos: él mismo, JA y yo. A los demás ya no se les ve por el camino. Han girado en una curva y no se han dado cuenta de nuestra parada. Ahora, fuera de miradas femeninas, aprovecho para hacer caso a mi cuerpo y descargar cierto líquido que ya no quiere. Empieza a llover más fuerte. Otra vez hay que ponerse ropa. Seguimos.

El regreso lo haríamos dándole duro a los pedales. Había que coger a los compañeros. Tras una pequeña subida y cruzar de nuevo el cauce de agua, subimos un repecho y ahí, en el cruce, estaba una furgoneta de la organización. A su lado una participante. Estaban desviando hacia la derecha a los ciclistas que llegaban. Ese debía ser el comienzo de los 30 kilómetros extra de la ruta. La zona más dura. Y hoy lo iba a ser más, seguro. el barro se encargaría de ello. Buena suerte, compañeros.

Nosotros continuamos hacia el pantano y vamos bordeando su orilla. Estamos llaneando. Sigue lloviendo. Cruzamos al puente de nuevo y comenzamos a ascender. Teníamos que llegar hasta el alto donde nos habíamos quitado ropa a la ida.

Una vez culminado el repecho, comenzamos a bajar rápido pero con tiento. No vayamos a encontrarnos con alguien de los que suben y no podamos eludirle. Seguimos. Llegamos abajo y tras derecha e izquierda, comenzamos de nuevo otro repecho. Ya sería así hasta llegar a meta; o mejor dicho a los vehículos ¿?

Llevábamos buen ritmo. JA había decidido machacarse un poco y nos llevaba con la lengua fuera subiendo repecho tras repecho. Le seguía, pegado, Panchi -Seguro que podías meterle más caña, ¿eh, Panchi?-, jajajaja Luego iba Ángel y detrás me llevaba a mi. Los demás no tengo ni idea de por donde venían porque no podía despegar mi vista de ángel o se me iría, je, je. Creo que detrás venía Moste. Mamen y Poto llegarían después. La lluvia caía con ganas y el terreno, ya empapado previamente, estaba machacando nuestros cambios. Esas piedrecillas de arena de río conseguían que el cambio te “patinara” de vez en cuando. Comencé a no cambiar nada más que de plato. Bajaba y subía del grande al mediano según se iban sucediendo un repecho tras otro. El agua se escurría por los cristales de mis gafas y junto con la arena que salpicaba mi rueda delantera, me estaba convirtiendo en algo parecido a una croqueta. Los demás iban igual. ¡Buen ritmo estaba marcando el de Móstoles!

Llegada. Pasamos por debajo de meta. Alguna foto da prueba de ello. Nos quitamos de encima un poco de arenilla de río que traíamos pegada hasta en las pestañas y nos disponemos a subir las bicis a los vehículos. Pero antes Mamen, Panchi y Poto se prueban algunas prendas para ver qué talla les corresponde. Quieren pedir ropa de biciocio y es bueno aprovechar ahora para salir de dudas. Después de subir las bicis, me subo con Moste en su coche y nos adelantamos en busca de una gasolinera específica. Quedamos en reunirnos todos en la de Pulgar para lavar las bicis un poco.

Cuando Moste y yo llegamos, ya habían lavado las bicis y se estaban cambiando. Alguna foto hay por ahí que daría prueba de ello si no fuera por no tener por escrito autorización para ponerla, je, je.

Aprovecho para hacerle unas fotos a Moste junto a dos tractores que se venden. Un Ebro y un Barreiros. Moste llega a decir que si pudiera compraba los dos. Le encantan los tractores. Ya en el Camino de Santiago, que vimos algunos, nos lo demostró parando cada vez que veía uno. Y es que Moste es muy de campo, jajajajaja ¿Verdad, bolo?

Al rato aparece Alejandro, marido de Mamen. Presentaciones y quedamos que se acercaría al sitio elegido para comer y confirmar una paella para todos. Nos acompañaría a la mesa. Mientras tanto iríamos a un cajero pues andábamos escasos de fondos. Los cuatro llegábamos con la idea de hacer uso de un cajero automático. Mamen nos indica uno que está cerca de su centro de estética pero antes nos tomaríamos una cervecita en un bar que nos pilla de camino. Un par de botellines sí que cayeron en la primera parada, je, je. Ahora sí, tocaba pasar por el cajero.

Aparcamos al lado mismo del cajero y comprobamos que no funciona. Ala, otra vez a los coches. Siguiente intento en la Caja Rural. Decidimos dejar los coches en la puerta del sitio donde vamos a comer y acercarnos al cajero andando.

Al final pudimos sacar dinero pero pagando una fortuna en comisiones. Uno 4, otro 3,50, otro 3… Uno tras otro íbamos dejando nuestras comisiones por hacer uso de un cajero que no nos correspondía pero no se podía hacer otra cosa. O eso o nada, así que…

Siguiente parada y siguiente cervecita. Aquí creo que nos tomamos una nada más ¿O fueron dos? La siguiente parada ya sería en el de la comida.

Al entrar vemos a Alejandro que está alternando con un par de amigos en la barra. Luego me enteraría que uno de ellos era su suegro. Me recordó cuando yo lo hacía con el mío, Germán, que en paz descanse. Enseguida nos indica que pidamos, que nos toca esperar un poco para la paella. La mesa estaba preparada pero la vianda, no. Tras un par de botellines más, procedemos a sentarnos y cambiando ahora el tercio por vino y gaseosa comenzamos a comernos una buena paella que están empezando a servirnos directamente de la paellera. Muy rica, sí señor.

Un cafetito después, estábamos listos para emprender el viaje de regreso. No demoraríamos más la vuelta. Nuestros anfitriones comenzaban a dar muestras de morriña y no era cuestión de demorarles la merecida siesta, je, je. Nos despedimos de ellos pidiéndoles que nos devuelvan la visita y cada mochuelo a su olivo. Ha sido un placer compartir esta ruta con vosotros y tomar el aperitivo y comer en vuestro pueblo. Gracias por todo. Os esperamos.

A nosotros todavía nos quedaba por llegar a Alcorcón a recoger mi coche. La vuelta la hice en el coche con Moste para que no fuera solo. Al llegar a Alcorcón nos encontramos con Esteban y no era de ley rechazarle una invitación. Moste se marchó de vuelta a Torrejón.

Tras un rato con los del comando sur y tras montar mi porta y hacer el trasvase de bártulos, me despido de ellos y salgo con mi coche dirección Torrejón de Ardoz. Todavía tenía que encontrarme con Rebo que volvía de currar y acercarle a casa. Al llegar delante de su casa también nos encontramos a Carlos y nos liamos a “cascar”. Total, que cuando quise llegar a casa eran las “tantas”. La tarde se había echado encima y yo había salido a las 5:45. Ya estaba bien. La cosa se había alargado demasiado pero se había pasado bien. La próxima ruta sería un poco más cerca. Por lo menos se intentaría, ¿no?

Hasta la próxima biciocios. Un placer haber compartido con vosotros esta jornada. Bienvenidos de nuevo a Poto y a Panchi. Buena gente la de Pulgar.

Salud, bicioci@s

91 Respuestas a “Mountain bike por los pantanos de Menasalbas (Toledo)”
  1. Alberto dice:
    avatar

    Hola a todos.

    Huerfa, lamento tu “tropiezo” y espero que no sea nada. A pesar del incidente me alegro de que lo pasarais bien. Y de que tuvierais OCIO, jajajajaja

    Espero vuestro material gráfico y vuestra crónica, je, je.

    Y por último, aunque creo que ya lo he hecho alguna vez más, je, je, recordaros a todos que los teléfonos están puestos en la página en la entrada de menú “Acerca de”. Se ven si te identificas en la página previamente, claro.

    Vitorio, el tuyo no está. Por si quieres que lo ponga. Al resto les digo lo mismo. Si alguien quiere poner el suyo, puede enviármelo por correo y lo añado.

    Por lo demás nada, que me acordé mucho de vosotros y que me hubiera gustado volver a “las zetas” ¡Otra vez será! A ver si la próxima somos capaces de que vengan Esteban y Moste ¡Qué pesado, madre!, jajajajaja

    Alberto, :mrgreen: un biciocio… ávido de ver las fotos

Deja una Respuesta

https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/Prost.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/Loffel und Gabel.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_idea2.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/wpml_yes.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_doh.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_coolnew.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_biggrin.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_gott.gif 
https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_bravo2.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_hurra3.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_biggrin2.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_aufsmaul.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_blushnew.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_confusednew.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_eek.gif  https://www.biciocio.com/wp-content/plugins/wp-monalisa/icons/smiley_emoticons_exclaim2.gif 
más...
 
© 2006 alzaweb - diseño y posicionamiento web
www.biciocio.com