domingo, 30 enero 2011 Parque Europa, Miradores y Mancha Amarilla

Al final sólamente dos oxidados nos dábamos cita en la GPC, Juz y yo mismo. ¡Menos mal que no ha venido nadie para darnos caña!, jajajajajaja

Una alegría volver a ver al amigo Juz y pasar una agradable mañana pedaleando y contándonos nuestras peripecias de los últimos meses. La verdad es que hacía bastante tiempo que no nos veíamos. Creo que desde el aniversario de biciocio.

De forma pausada vamos empezando a pedalear en dirección del nuevo Parque Europa. La mañana está fresquita y húmeda.

Por toda la calle resuenan nuestros engranajes oxidados, jajajajaja

Sin darnos cuenta siquiera, habíamos dado un par de vueltas ya al parque, cuando nos encontramos con Kike y su mujer que estaban dando un paseo. Saludos, presentaciones y proseguimos. Esta vez decidimos salir por la puerta que da al cementerio para enfilar hacia los miradores.

Al pasar por la bajada al río me fijo en el camino y compruebo que está lleno de charcos y muy embarrado. Nada, que seguimos por aquí arriba.  Seguimos pedaleando y llegamos hasta las obras del nuevo hospital. Sin darnos cuenta nos hemos metido en la zona de obras y estamos rodeados de barro y de vallas. Pie a tierra, hay que buscar una salida sin enfangarnos demasiado.

Superada la prueba de la encerrona en la obra, proseguimos nuestra conversación y nuestro pedaleo. Vamos dando vuelta tras vuelta por toda la “Mancha Amarilla”. Mira, aquí se ha comprado un piso Pataca… Mira, allí vive ahora su cuñado Leo… Mira…

De vuelta al Parque Cataluña, decidimos pasar a ver qué tal se encuentra nuestro amigo Rebo y a dar un toque a Sinca para ver si se anima a tomar algo con nosotros y así celebrar el OCIO después de bastante tiempo sin degustarlo.

Rebo se resiste pero al cabo de dos intentos nos dice que le esperemos, que va a cambiarse y se viene a tomar algo. Carlos no puede. Al parecer tiene una buena preparada. Ha intentado rellenar una barrica y se ha salido todo el vino. Una pena, sí señor. Inmediatamente queda disculpado. Rebo, Juz y yo, ya enfilamos hacía Nuestra Señora de “La Villara”.

Unas cervezas y unos vinos después, junto con sus correspondientes y deliciosos aperitivos, conforman finalmente el OCIO de tan memorable salida.

Nos sentimos más ligeros. Creo que hemos dejado un pequeño rastro de óxido por el camino pero aún queda bastante, je, je. En próximas salidas iremos afinando la máquina. O eso espero.

Salud, biciocios

Esta entrada fue escrita el martes, 1 de febrero de 2011 a las 0:02 y archivada en Salidas mountainbike. Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio web.