El Chartreuse es un licor de hierbas, de origen francés, que tiene una antigua y romántica historia. Se las cuento tal como la escuché: En la época de los alquimistas, el famoso mago Alastor recibió un día a un barbudo y sucio pastor llamado Jonathan, que decía venir desde muy lejos para verlo. Solicitó su intervención para presentar al Rey “el verdadero elixir de la vida”, “el brebaje que reconforta el cuerpo y el espíritu”, “la bebida que es capaz de poner pies en polvorosa a más de 300 espíritus malignos, de esos diablos que se apoderan del cuerpo de las personas gentiles”.
Es innecesario decir que Alastor se interesó mucho con tan elocuente presentación. El Rey de los Magos observó, analizó y bebió esa fuerte y fragante bebida verde, que venía en esa extraña y retorcida botella verde de la que salía un denso y bailarín humo verde, que tenía la virtud de volver la visión verde, aunque sólo por un instante, de todo el que la bebiera.