Valle de Iruelas

Como habíamos trasnochado, Andrés (pataca) y yo, habíamos quedado en salir a las 10 para hacer esta ruta que llevaba tiempo detrás de ella. Es la misma que la propuesta a los biciocios pero saliendo desde Navaluenga en vez de desde El Tiemblo.

Saliendo desde la urbanización El Rincón pasamos el río Alberche por el puente de “Venero Claro” y empezamos a subir enseguida en dirección a la Sierra del Valle (2.400 metros). Después de un rato y a la izquierda sale el GR10 que nos llevará, bordeando el Pantano de El Burguillo, hasta el poblado conocido por La Rinconada y después hasta el de Las Cruceras. Aquí existen algunos tramos muy pedregosos y angostos que nos obligan en determinados momentos a bajarnos de nuestras monturas.

Llegamos a La Rinconada y llenamos los bidones en una fuente, haciendo esperar a una mula que venía enfilada para rellenarse a sí misma del líquido elemento. Ya empezaba a hacer calor. Menos mal que el día anterior había habido tormenta y el campo estaba algo más fresco y más “oloroso”. Una delicia.

Tomamos dirección Las Cruceras y un poco antes de llegar, a nuestra derecha, ya tenemos la puerta de entrada a la zona protegida del Valle de Iruelas. Precioso, como diría el amigo Moste. Ya no pararíamos de subir hasta la fuente Covachuelas. Como dos horas subiendo, más o menos. La verdad es que me acordaba bastante del GPS de José Ángel. Nos hubiera “salvado la vida” en esta desconocida ruta.

En un par de ocasiones tuvimos que decidirnos por bifurcaciones de caminos que nos creó esa sensación de aventura que tanto nos gusta a los aficionados al mountainbike. Al inicio de la ruta y nada más pasar la cancela optamos por el de la izquierda. Luego, ya habiendo subido bastante y después de llenar el bidón en otra fuente, llegábamos a un refugio de montaña. Un poco antes del refugio y encontrándonos otra bifurcación, tomamos en esta ocasión el camino de la derecha, siempre siguiendo nuestra intuición porque en la hoja de ruta que habíamos leído el día anterior no aparecían tantos desvíos.

Paramos en la fuente Covachuelas, vuelvo a llenar mi bidón y aprovecho para refrescarme. Aquí se nos plantea otro dilema de caminos. En esta ocasión cogemos el de la izquierda y empezamos a subir rampas de vértigo. Tanto es así que nos obligan a parar porque nos tiraban de la bici hacia atrás. Al llegar a una pequeña cima ya teníamos la sensación de encontrarnos perdidos cuando en ese momento nos sonaba el teléfono móvil. Eran ya la una y pico y enfrente teníamos un camino que seguía y que un poco más adelante seguía subiendo, ya casi en la cima de la montaña. Quedaba la opción de coronar y empezar a bajar por la cara sur en dirección de Piedralaves, pero esa era otra historia.

Decidimos empezar a bajar y volver sobre nuestros pasos porque no era cuestión de andar perdidos por estos parajes. En toda la ruta no hemos visto a nadie ni hemos visto marcas de rodadas. Solamente un par de eslabones de cadena, al lado de la fuente, como muestra de que por allí habían pasado otros bikers.

Bajando, y de nuevo al llegar a la altura de la fuente Covachuelas, decidimos “asomarnos un poco” por un pequeño y empinado camino de bajada que salía desde la fuente y a la izquierda de una valla. Abajo y al fondo se veía un pueblo, que presumíamos podía ser el de Navaluenga, pero también podía ser Burgohondo. El caso es que hemos empezado a animarnos al ver abajo del todo un camino aparentemente más civilizado.

La primera parte de la bajada nos ha obligado a tirar de ámbos frenos y poner a prueba nuestros nervios y nuestro equilibrio. Eran unas zetas pedregosas, angostas y con el barranco, ahora a nuestra izquierda, ahora a nuestra derecha. Había que templar los nervios, en serio.

Más adelante el grado de inclinación se ha empezado a suavizar y proporcionalmente nuestro disfrute del camino. En el tramo anterior no podías desviar tu mirada del trazado a seguir. A esta altura le hemos hecho una foto a la peña conocida como “de los buitres”.

Al llegar abajo y antes de entrar en el “camino civilizado”, una nueva cancela se nos plantaba delante. Aquí se sale de la ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves). Rebasada ésta y asegurándonos de dejarla perfectamente cerrada, comenzaba una rápida bajada ya por parajes conocidos.

Enseguida dejábamos atrás la casa forestal, la fuente de “El Chorrillo” y el Colegio “Venero Claro”. Faltaba cruzar el puente del río y a la izquierda atravesar “El Rincón” en busca de la meta.

Deliciosa mañana, aventura, deporte extremo y estupenda compañía, la de mi buen amigo Andrés.

Espero volver con los biciocios pronto y poder disfrutar de esta bonita ruta.

Salud, biciocios

Esta entrada fue escrita el lunes, 10 de agosto de 2009 a las 20:13 y archivada en Salidas mountainbike. Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio web.