Recuerdo con añoranza aquellos tiempos en que la sola mención de la palabra Pedriza, movía mares y montañas dentro de los Biciocios. Era la route fetiche. Esa que nadie se quería perder. El buque insignia. La gente acudía a la convocatoria aunque tuviera que llevar a su suegra a cuestas. Por desgracia, esos días han quedado atrás y la Pedriza ha pasado a formar parte del grupo de rutas más del montón. De esas rutas que no trasmiten, en las que solo escuchar el nombre no hace que se erice el bello de los brazos. Para eso ha quedado la Pedriza, olvidada en un rincón esperando recuperar algún día su antiguo esplendor y llenarse de Bicocios portando la bandera en sus cimas.

Aunque en un principio la convocatoria prometía, con el webmaster retomando los pedales. Todo quedó en una cita más. Al final el webmaster no pudo acercarse por que el resto de integrantes del comando Torrejón miraban al techo a la vez que silbaban cuando escucharon la convocatoria. El grupo de Móstoles que prometía ser numeroso se deshincho cuan estómago de gorda expeliendo flatulencias. Y a Javilitro le tumbó el último litro de la noche.

Finalmente en el punto de quedada en la gasolinera de Manzanares del Real, nos presentamos José Ángel, Jose Burky y Mariano por el comando de Mostoles; Saro, Rául, Sergio, Tomás y yo por el comando Arganda. Mientras esperábamos, Vitorio le mandó un mensaje a Saro de que se había dormido. No sé que le pasa a este chico con la Pedriza, es una especie de maldición que le produce somnolencia. Nos dice que tiremos y que ya se encontrará con nosotros.

Como no aparecía nadie más desfilamos hacia la cafetería para homenajearnos con el consiguiente desayuno. Fue aquí donde Saro tuvo la genial ocurrencia de sacar los bollos propios para mojar en el café, desatando la ira del dueño del local. Las cosas de Saro.

Con el desayuno empezando a fermentar en el estomago, retomamos a los coches y pusimos rumbo al parking de cantocochinos, punto de partida de la ruta. Una vez allí, y mientras preparábamos las burras, José Ángel recibió un mensaje de Esteban que estaban de camino. Como teníamos que esperar contactamos con Vitorio para ver si también le esperábamos a él, pero la respuesta fue negativa.

Después de llegar Esteban Y Elena, y con todo el grupo preparado para dar pedales, aparece Vitorio en el coche según enfilábamos hacia la salida del parking. De nuevo a parar. Nos dice que tiremos que nos coge luego, pero no le hacemos caso, aquí se espera y punto.

Ya estábamos todos, miramos el móvil por si hay alguna sorpresa de última hora, como no es así decidimos comenzar la marcha. Teníamos por delante la zetas y nos iba a llevar un buen rato llegar al punto más alto. Aquí hay que añadir una nota, los vinagres hicieron un esfuerzo y fueron un puntito por debajo de sus posibilidades lo que hizo que hubiera menos paradas para reagrupar y que las paradas de reagrupamiento fueran cortas. Se agradeció sobre todo porque cuando uno se paraba se quedaba helado.

De la subida poco que decir. Había una carrera de súper hombres/mujeres que se nos iban cruzando constantemente por las pistas. Los jodidos iban campo a través por entre los pinos, menudas máquinas. Mientras, nosotros a nuestro ritmo, sufriendo por tantos kilómetros de subida. Se agradeció ver el relevo generacional, que no fue otro que Sergio mojando la oreja a su padre, Rául, durante toda la subida.

Lo más bello de la ruta se produjo antes de coronar la cima, sí esa que sale en la web en la que estamos todos con la bandera de Biciocio, ¡Qué tiempos! Sniff, sniff. Bueno, que empezó a nevar, pero a nevar de lo lindo. Menuda postal. Dando pedales por una pista entre pinos con cientos de copos de nieve rodeando todo lo que la vista alcanza a ver. Te sumerge en un estado de bienestar y meditación que es difícil explicar con palabras. Cuando llegamos a la cima y salimos de la protección de los pinos, la nieve ya no era tan idílica pues había ventisca e hizo desaparecer toda la magia del entorno. Todos escondidos entre las rocas para evitar el frío mientras acabábamos de reagruparnos. Teníamos que bajar el primer tramo y el frío nos iba a pasar factura. Se notaba que no íbamos preparados para un clima así y tras el primer descenso teníamos los pies y las manos helados. Menos mal que nos quedaba por delante otro tramo de subida para que nos diera tiempo a entrar en calor.

Cuando por fin conseguimos coronar en el collado de los pastores, creo que se llama, bueno en el desvío para subir a la Nava, el tiempo nos dio una tregua y asomó tímidamente el sol. Allí estábamos los Biciocios cuan lagartos buscando cualquier resquicio de calor. Nos quedaban por delante 12 kilómetros de puro vértigo, la bajada hasta el parking. Se podía leer la adrenalina en los ojos inyectados en sangre de los que más disfrutan bajando.

A la voz de Webmaster el último, nos enfilamos todos pendiente abajo. En un santiamén ya estaba todo el mundo dándolo todo. Derrapes infernales, frenadas de infarto, curvas a escuadra, adelantamientos con sarna, saltos en piedras, regueros de agua. Habíamos sufrido sufriendo, y estábamos disfrutando bajando. No existía el frío, ni el dolor, sólo existía la siguiente curva e intentar ganar terreno con el de delante.

En esas condiciones de disfrute máximo, doce kilómetros son muy pocos kilómetros y el tiempo se pasa volando. No se había acabado de dibujar, todavía, la sonrisa en nuestras caras cuando ya estábamos en la entrada del parking.

¡Qué gozada! Hay veces que es bueno salir de tanta trialera y sendero imposible, para disfrutar como un bebe por una pista ancha con sus buenas curvas de noventa grados.

Después de montar las burras en los coches, aun quedaba la recompensa del guerrero. Esa jarra de cerveza/ coca cola bien fría acompañada de una tortilla de patata junto al fuego mientras en la tele del bar veíamos el final de la carrera de moto 2. ¿Qué más se puede pedir? Sí que en la siguiente venga el webmaster.

Un placer como siempre

El track de la ruta
Vídeo del descenso por Saro

Esta entrada fue escrita el lunes, 21 de mayo de 2012 a las 10:43 y archivada en Salidas mountainbike. Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio web.