Excursión a Almagro, Membrilla, Lagunas de Ruidera y Tablas de Daimiel (Realizada 24 y 25 abril 2010)
Escrito por: Alberto en Excursiones![]() |
24 y 25 abril 2010 Excursión_manchega: Almagro, Ruidera (Tablas) y Daimiel (Lagunas) |
El “Tío la Vara”, digo… el amigo Juz, llevaba tiempo proponiendo en la página hacer esta ruta. Finalmente y por diversas circunstancias la realizaron más participantes del “comando Las Anclas” que biciocios. Las Anclas es una urbanización del término municipal de Pareja, junto a Sacedón, en Guadalajara. Situada a orillas del Embalse de Entrepeñas.
Bueno, la verdad es que Saro y Juz, “no pasando na”, pertenecen al comando Las Anclas, pero… no pasando na…, lo son -¿El qué…?- BICIOCIOS, jajajajajaja
El punto de reunión había quedado establecido, según palabras textuales del organizador del cotarro, -léase Juz-, en “el km.- 47 de la N-IV en una gasolinera de CEPSA que es fácilmente identificable. En el cartel de la salida de la nacional dice (Aranjuez centro).”
¡¡¡Ahí es ná.!!! Desde luego, el “Tío la Vara” está en todo, jajajajajaja Paco, buen rollito, ¿eh? No te enfades.
La verdad es que a pesar de la cantidad de personas, de distintos puntos de Madrid, que finalmente íbamos a la excursión y que habíamos quedado reunirnos en ese punto, la puntualidad fue exquisita. Todo el mundo llegó a la hora . Comenzamos a bajarnos de los vehículos, nos a presentarnos y otros a saludarse, puesto que ya se conocían.
Después de los saludos y presentaciones y de que alguno “echara caldo”, iniciamos la marcha hacia Almagro. Ese era el primer objetivo a cumplir, dar una vueltecita por la ciudad, tomarnos algo al solecito en su plaza y comprar sus famosas berenjenas.
Llegada a Almagro sin complicaciones. En “fila india” vamos adentrándonos con los vehículos por su casco antiguo para finalmente dejar los coches en un aparcamiento habilitado al lado de la iglesia de la Madre de Dios.
Reunidos todos, nos dirigimos andando hacia la plaza porticada de Almagro. Al llegar y viendo que estaba colocada una terracita de bar al solecito, no nos lo pensamos demasiado y empezamos a sentarnos alrededor de la mesa. Bueno, de varias mesas, que somos bastantes. Los chavales, que no quieren demasiadas “cuentas” con nosotros, se colocan otra un poco más allá. Ahora tocaba identificar al, supuestamente amable, camarero. Lamentablemente pudimos comprobar que no era tan amable… ni tan camarero. En fin, las cervezas iban y venían. También algún refresco, los menos, je, je.
Al cabo de un agradable ratito de tal guisa, decidimos ir en pos de la afamadas berenjenas no sin antes determinar poner un fondo monetario para afrontar conjuntamente los gastos que han de venir…, jajajajajaja Oficialmente y sin oponer resistencia, queda nombrado tesorero mayor del reino, el amigo Jesús.
Comenzamos a andar por la plaza y entre bastante gente, al parecer había un homenaje a Miguel Angel Blanco, víctima de ETA. Vimos a su hermana acompañada de larga comitiva y de personalidades del ayuntamiento y de la ciudad.
Al llegar a la primera intersección de calles nos desviamos a la derecha, dejando que la comitiva siguiera su camino, cuando suena un teléfono entre los integrantes de la excursión. Al parecer se nos sumarían tres personas más al grupo: Gonzalo, su pareja y “gonza”, su hijo. El grupo se adelanta despacio afín de esperar a dicha incorporación y nos paramos delante de una curiosa tienda que tiene en su entrada una Llama andina. Creo que alguien se hizo alguna foto con ella, je, je.
Seguimos, ahora nos encontramos en la puerta del Parador de Almagro, convento franciscano del siglo XVI. Nos asomamos a su entrada, hacemos alguna foto y proseguimos. Un poco más adelante está la tienda donde queremos comprar las berenjenas y otras “chuches”. Jesús, el tesorero, tuvo aquí todo un acierto, a saber: Compró una garrafa de berenjenas con el fondo común para degustarlas antes de subirnos de nuevo a los coches. Sí señor, un acierto ¡Uhm… qué ricas…!
Partimos hacia el hotel a dejar las maletas y coger la habitación. También comeríamos ahí. El hotel estaba en Membrilla, cerca de Manzanares. Otro acierto del organizador. A caballo entre las poblaciones a visitar, Almagro, Ruidera y Daimiel. Y encima buenas instalaciones, estupenda comida y un trato agradable. No hay tiempo que perder, hay que prepararse porque esta tarde tenemos visita guiada a las Lagunas de Ruidera.
A la hora programada ya estábamos en la puerta del centro de los que iban a hacernos de guía. Unas pequeñas explicaciones y empezamos a repartirnos en los vehículos. Un par de furgonetas acondicionadas y un todo terreno. Para los guías un 10. Educados, simpáticos y amables. No puede pedirse más. Las Lagunas espectaculares, agua por todos lados. Una maravilla. Pasamos la tarde avistando “somormujos” y otras especies. Este somormujo sería ya el indiscutible protagonista de toda la excursión. La curiosa palabreja nos hacía reír cada vez que alguien la mencionaba, jajajaja
Después de recorrer la totalidad de las lagunas, nos dirigimos hacia la Cueva de Montesinos Algunos bajaríamos con cascos preparados con listernas a modo de mineros. Varias fotos dan fe del hecho. El resto nos esperaron refrescándose en el chiringuito ¡Cobardes!, jajajajaja
La verdad es que la cueva estaba bastante resbaladiza, las últimas lluvias la habían dejado así. El agua se filtraba por todas partes y creaba en el suelo bastante barro escurridizo. Había que calcular muy bien dónde apoyabas tu peso para no caerte. La verdad es que mereció la pena bajar, aunque sea por “revivir” lo contado por Cervantes en su Don Quijote de la Mancha.
A la vuelta hacia Ruidera pararíamos en las cascadas que se forman en el trasvase natural de una laguna a otra. Muy bonito, también hay fotos del lugar.
Una vez de vuelta en el pueblo, nos despedimos de los guías y utilizando nuestros vehículos todavía nos dio tiempo de ver un salto de agua conocido como El Hundimiento. Algunas fotos nos hicimos también sobre la plataforma de madera preparada para que los visitantes se asomen.
Después de un ratillo por esa zona, todos a los coches que tocaba volver al hotel, asearnos y compartir una divertida cena. Algunos “alargaríamos” la sobremesa con algún cubatita que otro, je, je. Después de un rato todo el mundo se “recogió” en sus habitaciones con la esperanza de lograr un reparador sueño. ¡Menudo día! La verdad es que había un par de celebraciones de boda en el hotel y el ruido de la juega parece ser que desveló a algunos, yo, la verdad, no me enteré, pero aquí dejo constancia del suceso.
A la mañana siguiente había que desayunar y dejar las habitaciones puesto que ya no volveríamos por ahí. Estaba contratada una visita guiada para recorrer las Tablas de Daimiel.
Antes de llegar a Daimiel paramos para confirmar en el restaurante la mesa reservada. El aparcamiento estaba lleno de motos, debía haber una concentración o algo parecido. Luego coincidiríamos con los moteros en el recorrido por las Tablas.
El primer intento de aparcar resultó fallido. No era ese aparcamiento, había que mover de nuevo los coches y avanzar un poco más. Más nos habría valido aquí haber apurado el tiempo de adelanto que llevábamos, casi una hora. En la entrada de las tablas no hay nada para tomarte un café y sin embargo aquí había una terracita al sol que… Bueno, no se puede controlar todo al 100%, ¿no? Si no, no tendría gracia, je, je. Los que sí aprovecharon la parada fueron los que al ver un puestecito de un viejete que vendía palodul se lanzaron casi en carrera a comprar esa raíz de recuerdos infantiles, entre ellos mi mujer, Ana.
Por fin llegó nuestro guía, mejor dicho, “nuestra”, porque era mujer. Se presentó como Inmaculada pero enseguida nos dijo que la llamáramos Macu, que era más corto. Al final de la visita nos confesaría que ella también era de Madrid, de Gran Vía, y que se había venido a estos parajes por amor. Un saludo desde aquí a Macu. Que ese amor dure siempre.
Las Tablas estaban rebosantes de agua, una delicia. Qué diferencia con las noticias que solamente hacía unos meses se habían oído sobre ellas.
A través de pasarelas de madera vamos recorriendo la senda elegida por Macu. Hacía una mañana calurosa, aunque se agradecía después del largo invierno. En un momento dado le ofrecí a nuestra “exploradora” particular un poco de agua, ya que entre el calor y la sequedad de boca de estar hablando todo el rato, contándonos los “secretos” de las Tablas, parecía estar pasándolo mal.
Pasamos por una zona preciosa de Tarays (Tamarix gallica), me quedo rezagado y aprovecho para hacer algunas fotos de las formas caprichosas de algunos de sus troncos. Esa zona me pareció de lo más bonito de lo que vimos, es una apreciación personal, claro.
Finalizada la visita y despidiéndonos de Macu, cada uno se subió en su coche para volver al restaurante donde nos esperaba nuestra mesa. El sitio un nuevo acierto de Juz, gracias Paco. Allí estaba preparado nuestro sitio y nada más sentarme ya tenía una atenta camarera para preguntarme si quería algo de beber ¡CLARO QUE QUERÍA!, jajajaja Por lo menos pedí tres o cuatro cervezas pero… no para mí todas, ¿eh?
Una vez reposada la comida y tras una pequeña sobremesa, decidimos emprender el viaje de vuelta. Nos haríamos una foto de grupo en las escaleras de entrada al restaurante. Un amable motero, creo, fue el voluntario para hacérnosla. Gracias, anónimo amigo.
El viaje de vuelta sin incidencias.
En resumen, la excursión había sido una delicia, la organización un 10 y la compañía más grata no pudo ser. Encantado de haberos conocido y espero que podamos repetir muchas veces. Besos y abrazos. Ana y Alberto
PD: Como es imposible que yo recuerde todo, el que quiera hacerme llegar nombres, chascarrillos, anécdotas o cualquier cosa que recordéis, no tenéis más que decírmelo y lo añadiré a la crónica. Como tenéis mi correo electrónico, ya sabéis…
Un fin de semana, de 10; la elección de hotel, rutas y restaurante, otro 10 (al menos para Tina y para mi) y la compañia de Matrñicula de Honor. Y la crónica de Alberto, como las que hace siempre; otro 10.
Perfecto el “tío la vara”. Gracias
Como siempre, INMEJORABLE la cronica de la excursion, que lujo de detalles y que memoria mas extraordinaria Alberto, yo tambien te doy un 10 y si se me permite, un 11 jejeje.

loco de contento
La verdad es que salio todo bastante bien, y creo que lo pasamos todos genial, descontando esos incidentes nocturnos que nublaron el descando de algunos.
Me uno a las felicitaciones de Alberto para con los guias que se lo curraron muy bien.
Y a todos daros las gracias por vuestra presencia y espero que lo hayais disfrutado tanto como yo.
Salud para todos.
JUZ
Por cierto, se me olvidaba, la empresa responsable de la organizacion de las excursiones es “Destinos Manchegos”, felicidades desde esta pagina por vuestra profesionalidad y atencion.
Hasta la proxima.
JUZ
Aunque tarde en la respuesta me sumo al 10 otorgado a la excursión. 1o al organizador, 10 altesorero y por supuesto 10 al grupo que sindo tantos no tuvimos ningun mal gesto por parte de nadie.
Animo y a preparar la de invierno, esto va para el tesorero tambien que ya andaba buscando destinos, en Europa, bueno, bonito y barato…..
Nos vemos…